viernes, 13 de enero de 2017

PADÚ ESTÁ LOCO



Autor: Miep Diekman
Traductora: Jose Martha Alleleijn Kohl

Padú nunca había encontrado espíritus cerca de los restos del viejo barco, ¿sería porque él nunca olvidaba cerrar los ojos antes de mirar la playa y el barco?
No estaba seguro, sino que su madre, quien venia de Surinam, un día le contó que los espíritus tardan en arrimarse a alguien cuando no pueden ver sus ojos.
Padú recordaba bien cómo sonaba la voz de su madre en ese entonces. No pensaba del todo en espíritus cuando cerraba los ojos -pensaba en su mamá y en qué estaba haciendo en ese momento en aquel otro país. Y si ella estaba pensando en él.
La playa era el lugar más maravilloso para jugar que conocía. Los muchachos del pueblo debían seguir creyendo en espíritus, así para él era más tranquilo. ¡Aunque hubiera espíritus, no eran tan horribles como el chinche Prikkie y su manada!
Padú tiene doce años y vive con sus abuelos en Curazao, porque sus padres trabajan en el extranjero. Los demás niños dicen: "Padú está loco" -pero eso es porque Prikkie siempre lo dice y a Prikkie todo el mundo le tiene miedo. Solamente Maddalena, su vecinita, toma partido por Padú. En el fondo eso lo aburre mucho porque no tiene que pensar que anda loco por las niñas. ¡Ya lo molestan bastante! Hasta ese día en que se voló el burro y se extravió un bebé, y Padú fue llevado a la policía...

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